Battan de mi vida.
He tardado un par de años en leerme esta obra, pero me ha servido para confirmar lo que ya sospechaba, y es que soy un incondicional de Battan. Sus historias de mujeres sáficas siempre tienen un algo diferente, pero, incluso aunque no lo tengan, su arte y composición tienen tanta personalidad, y un peso sensorial tan fuerte, que ya son suficientes. Es como si las atmósferas melodramáticas setenteras urbanas y las distancia cortas de Kazuo Kamimura se juntaran, de forma actualizada, con una versión extrema de los rostros y la fluidez de Yuhki Kamatani. 'La amiga de mi hermana' quizá no es tan contundente ni redonda como '¡Huyamos juntas!', no deja de ser delicada, evocadora, y rompedora en muchos aspectos. Qué ganas tengo de leer 'Instantes', el tomo de historias cortas de la autora, también publicado por Fujur, y lo único que me falta suyo de lo que hay publicado hasta ahora en España.