Viajes

Inocencia existencialista.

Lo de que agosto es un mes flojo depende de cómo te lo organices, porque a mí me han coincidido varios tomos de Kaoru Mori, otro de Battan, y esta antología de Aki Irie. Si cuelo el último tomo de 'Atelier' antes de que acabe el mes, yo creo que alcanzo el Nirvana.

No pensaba hacer micro-reseña de este título porque ya le dediqué un reel y un sello de calité bamfiana, pero varias de sus imágenes, entre ellas esta que veis en esta publicación, con cierto deje setentero, que pertenece al relato que abre el tomo (una historia de venganza medieval protagonizada por una princesa a la fuga, que a su vez es una canción de amor a la juglaría/clerecía) se me quedaron grabadas a fuego en el selebro y quería dedicarles un espacio extra.

Si no te atreves con una de sus series largas, este tomo es, sin duda, una gran forma de conocer a la autora. No solo la edición es bien bonita, sino que los relatos, pese a ser muy ligeros y "tontos" (pero ojo, que alguno de ellos es de los de dejarte mirando al infinito y replantearte cosas), representan todas las características clave de la autora: la dualidad niñez/vejez; la mezcla cotidiano/mágico; el amor por las otras artes, especialmente las musicales; la combinación de lo absurdo con lo existencial; y por supuesto un dibujo por y para la contemplación meditativa, para el paseo, la siesta, la tacita de algo caliente.

Además: mucho material relacionado con sus otras series, por si os pica la curiosidad y mucho fan art y comentarios personales de la autora que, viniendo de una mangaka, y a la que encima admiras, a mí me dan la vida.

Traducen Yuki Sano e Iñaki Goitia.