La belleza del defecto.
Miguel Vila es para mí uno de los dibujantes en activo más interesantes de Europa. En 'Dulce de Leche' y 'Padualand' (ambos publicados por La Cúpula) le conocimos por su geometría voyeurista y el fetichismo o reivindicación de la fealdad y la imperfección común y cotidiana como la auténtica belleza. Una suerte de fusión entre Botero y Chris Ware. Vila trabaja con detalle visual y emocional el patetismo de barrio italiano, con énfasis en la arquitectura, los silencios, y los maravillosos primerísimos primeros planos. Sus dos primeras obras son quizás herederas del 'slice of life' noventero anglosajón, pero en la tercera, 'Fortaleza Volante' con guion de Lorenzo Palloni, encontramos un cambio de ritmo muy atractivo para quien no sea del rollo de lo cotidiano. 'Fortaleza volante' es un "¿y si esa clásica historia de platillo volante que llega a Roswell hubiera ocurrido en la Italia fascista en vez de en los Estados Unidos?", y la premisa ya convence (la ejecución, también). Una ficción de serie B que tiene algo de memoria histórica, algo de pulp, algo de colectivos que han quedado históricamente en los márgenes, amor por los artistas cinematográficos pioneros... un thriller fantástico pero patéticamente humano que nos recuerda, salvando mucho las diferencias tonales, a los 'Proyectos Manhattan' de Hickman y Dragotta, pero en una escala mucho más de andar por casa (y mucho más rosita, sin duda). O a Indiana Jones. O a Paco Roca. De verdad que tiene muchos matices.