Las cosas claras y el algodón de azúcar por el culo.
Si os soy sincero, a dia de hoy, si me preguntáis qué manga es el que mejor me representa en este momento de mi vida, creo que no diría 'Atelier', sino 'La Macarra y la Nueva'. Seguramente no pase a la posteridad, pero... pero las formas, Juan, las formas. Ofrece todo lo que necesito ahora mismo en la vida: romance, cuquismo que roza el cringe, safismo abierto sin queerbaiting, un dibujo dinamiquísimo con estética y entorno ochenteros chulísimos... y violencia (también altamente estética), con la capacidad de soltar animaladas como la que se ve en esta viñeta, y totalmente justificada, por cierto.
Me da pena y alegría que sean solo tres tomos. Pena, por que acaba. Alegría, porque con suerte nos quedará una joyita redonda. Si '¡No te rindas, Nakamura!' os gustó, dadle un tiento. Y si no: también.
Traduce Nuria Cimas Pita.